El Diluvio era un diario barcelonés escrito en castellano que se publicó entre 1879 y 1939. De ideología republicana, populista, sensacionalista, polémico y anticlerical, llegó a tener una gran popularidad y difusión, logrando ser uno de los más vendidos con tiradas entre 50 y 150 mil ejemplares. Fundado por Manuel de Lasarte y su cuñado Ferran Patxot en 1858 con el nombre de El Telégrafo, pasó por distintas épocas y cambió varias veces de título a causa de problemas con las autoridades y suspensiones gubernativas (se llamó El Principado en 1866, La Imprenta entre 1871 y 1878, La Crónica de Cataluña en 1875 y El Teléfono entre 1878 y 1879 antes del definitivo El Diluvio). A partir de 1901 el periódico acabó en manos del hijo de Lasarte, pero especialmente a cargo de su esposa Àngels y su cuñado Manuel Busquets, que se propusieron dar un fuerte impulso al periódico y se hicieron con una nueva rotativa e idearon la edición de un suplemento semanal ilustrado. Así nació El Diluvio Ilustrado, una revista que acompañaba al periódico cada sábado, con una atractiva composición y fotografías y dibujos con los que los editores pretendían arrebatar lectores a sus competidores Diario de Barcelona y La Vanguardia, pero también a las revistas de gran difusión como L'Esquella de la Torratxa y La Campana de Gràcia.
El Diluvio ilustrado se publicó entre 1904 y 1911, constituyendo un claro ejemplo de la prensa satírica de principios de siglo. Combinaba artículos y crónicas de espíritu crítico con caricaturas, versos, charadas, epigramas y pasatiempos. Entre los caricaturistas de El Diluvio Ilustrado destaca la obra inmensa de Llorenç Brunet, en su mejor época. Sus portadas y caricaturas anticlericales de una mordacidad vibrante forman parte de las mejores páginas de la sátira española del siglo XX. Al lado de Brunet, muchos otros caricaturistas que no llegaron a tener su calidad rellenaron las páginas de la revista. Algunos son viejas glorias de la caricatura decimonónica como Rojas u Ortiz, y otros son jóvenes valores que despuntaron en el futuro como Bagaría, Bon, Robert, Junoy, Tur o Jou. A partir de 1910 se incorporó Apa, con su línea estilizada y su humor punzante. También encontramos en sus páginas a autores como Victor Serra, Adofont, Mico, Ros, Risques, Tit, Grau Miró, Lago, Falgás, Aguilera,Yo, Estu, Callejo o Q Mel. Entre los escritores logró una gran popularidad Albinio Juste, que firmaba con el seudónimo Fray Gerundio, y también Robert Robert, Conrad Roure, Echegaray, Carlos Jordana, Miguel Sarmiento, Manuel Soriano o Jerónimo Paturot, además de un desconocido y mordaz parodista que se escondía tras el seudónimo Triboulet.
El Diluvio Ilustrado, al igual que el periódico que lo cobijaba, era una publicación radical, escandalosa, polémica, a veces contradictoria, capaz de defender ideas contrarias a la vez en artículos distintos, próxima a la demagogia, vehemente, pintoresca, incongruente, anárquica, estridente, ofensiva y obsesionada por la crítica y la denúncia constante, ya fuese contra los partidos dinásticos que gobernaban Madrid o contra el régimen monárquico, como contra los lerrouxistas o los catalanistas. A pesar de todo, consiguió una gran popularidad y difusión, pues hundía sus raíces en la tradición del “xaronismo” barcelonés más auténtico, popularizado por Pitarra y compañía en la segunda mitad del siglo XIX.
La personalidad y el empuje del principal valedor de esta publicación, Manuel Busquets, eclipsaba la del verdadero propietario, Manuel de Lasarte, hasta que la esposa de este último y hermana del primero decidió apartar a Busquets del periódico, con lo que sus múltiples proyectos para dinamizar la difusión de El Diluvio (entre los que se contaba éste suplemento) se dejaron de lado. Busquets se hizo en el futuro con periódicos madrileños como El Liberal o Heraldo de Madrid, escribiendo una importante página del periodismo español.
El suplemento ilustrado de El Diluvio sobrevivió siete años y fue una curiosa muestra de sátira política radical que hizo una fuerte competencia a las publicaciones satíricas catalanas de principios del siglo XX. A parte de la magistral obra de Brunet, y de la siempre interesante aportación de Apa, cabe reconocer a El Diluvio Ilustrado que fue la primera publicación que ofreció la posibilidad de publicar sus primeras obras a algunos autores que se convirtieron en los principales protagonistas de las páginas de la prensa humorística del primer tercio del siglo: caricaturistas como Bon, Jou, Junoy o Robert, y muy especialmente Luís Bagaría, que se destacó como humorista y caricaturista de excepción, renovando la estética de nuestra caricatura con su trazo estilizado y sinuoso.
Principales colaboradores: Adofont, Aguilera, Apa, Bagaría, Bon, Brunet, Callejo, Estu, Falgás, Grau Miró, Jou, Junoy, Lago, Mico, Ortiz, Q Mel, Risques, Robert, Rojas, Ros, Víctor Serra, Tit, V. Tur, Yo.
Texto. Humoristán