Camille va à la Danse T35

Texto de la editorial: En este cómic sin palabras, de trazos cinematográficos, la comunicación con el lector se basa en la fuerza expresiva de las imágenes, en el uso de figuras simbólicas para plasmar los diálogos y en la ágil sucesión de las viñetas para mostrar una divertida historia: un día de playa en la vida de un niño de corta edad. Todo comienza una mañana, muy temprano, empleando los más variados e incómodos métodos para despertar a quien aún duerme. Ya en la orilla, se irán sucediendo las típicas acciones que protagonizaría cualquier pequeño: caídas, juegos con la pelota hinchable y travesuras que molestan a algún que otro bañista, entretenerse con otros niños…

Etoiles de mer, oursins, seiches… : ces petits animaux rencontrés sur la côte nous sont très familiers et pourtant ne cessent de surprendre les scientifiques. En étudiant leurs spécificités et leurs étonnants modes de survie, les chercheurs ont pu en effet accomplir des progrès dans des domaines aussi variés que la lutte contre le cancer, la psychologie expérimentale ou la régénération.

Annie ha crecido y sale de su pueblo para ir a la Universidad. Ella busca no solo formación sino esa libertad que en el pueblo no encontraba. Su padre le da muchos consejos para que se aleje de las malas influencias. Pero parece que a Annie los problemas le vienen solos.

Un fresco cómic, más simpático que erótico donde los avatares de una joven que acaba de volar del nido nos hacen avanzar las páginas con una sonrisa.

Annie ha crecido y sale de su pueblo para ir a la Universidad. Ella busca no solo formación sino esa libertad que en el pueblo no encontraba. Su padre le da muchos consejos para que se aleje de las malas influencias. Pero parece que a Annie los problemas le vienen solos.

Un fresco cómic, más simpático que erótico donde los avatares de una joven que acaba de volar del nido nos hacen avanzar las páginas con una sonrisa.

Una visión revolucionaria del mito de Medea. Probablemente, la primera novela gráfica compuesta por un solo monólogo. Medea, la princesa maga de la Cólquida, la que fue esposa de Jasón y mató a sus hijos por desamor, la que tuvo que huir de Corinto, Atenas y Asia Menor, acosada por humanos y dioses, objeto de la furia de Zeus, va a la deriva. Es ya casi una anciana, sus largos días han terminado con ella a bordo de un iceberg, camino de un destino desconocido. Cada día hace la misma rutina: mide cuántos pasos de largo tiene el témpano de hielo que la arrastra a lo desconocido. Cada día ha menguado. Pero esta no es su única pena: es un ser inmortal y no puede morir, ni por su propia mano. Está condenada a vivir hasta el fin de los días.