Dominique Barthélemy

Férus d'étymologie, Dominique Roques et Alexis Dormal s'emparent des origines les plus surprenantes et étonnantes des mots pour les expliquer à travers leur personnage fétiche, Pico Bogue.

A Morea Doloniac le ha ido todo mal: su amigo y mentor, Knight Terkio, ha desaparecido y se presume que está muerto. Immaros, líder de los Ángeles, ha escapado, llevándose consigo un virus fabricado con las células sanguíneas de Morea. Y, en cuanto a Torrès, lidera una facción disidente, The Hydras, dentro del Consejo de Dragones.

Morea, la inmortal, finalmente ha regresado a la Tierra después de que ella se haya forzado a permanecer en el espacio … ¡Y en Marte! Ella sabe ahora que la lucha entre los Dragones y los Ángeles comenzó en el planeta rojo y terminará en el azul.

Si hay algo que aprendes con el tiempo cuando eres inmortal, es que los problemas nunca terminan. Se renuevan …
Después de frustrar los planes de Immaros para erradicar a los Dragones, Morea podría pensar que sus problemas habían terminado. Al menos un rato. Pero la facción disidente de los Hydras todavía está trabajando para ganar poder, y la investigación del Agente Bishop bien puede llevarlos a descubrir el secreto de los inmortales … A veces la eternidad puede parecer muy larga …

Texte de couverture arrière :« Son dernier grand livre, confession amoureuse d’une rare hardiesse, avait eu un grand succès : les femmes disaient le plus grand mal d’elle, les hommes la courtisaient ; elle était ravie. » C’est ainsi que Roger Peyrefitte présente Maud de Belleroche dans Les Français. Portrait piquant mais qui ne suffit pas à rendre justice à cette Ordinatrice, dont la parution fut loin d’être le moindre des événements de l’année 1968 ! Pour la première fois, une femme établissait le bilan de sa vie amoureuse et sexuelle, sans hypocrisie ni provocation, et pourtant avec une impudeur si totale qu’elle en devenait candide.

Auguste Renoir conoce en 1893. por intermediación de su amigo y marchante de arte Paul Durand-Ruel a Erik Satie en el cabaret de "El gato negro" de Montmartre. Charlando, Renoir se apercibe que él conocía a la futura esposa de Satie, que fue en tiempos una de sus musas. En aquel tiempo, el pintor tenía dos modelos femeninas favoritas, que al mismo tiempo eran sus amantes: Suzanne Valadon, quien posó para "Baile en la ciudad", y Aline Charigot, en "Baile en el campo".