Hélène Vecchiali

Una antigua autopista atraviesa el páramo. Su agrietado asfalto se ha convertido en una ruta migratoria para los cazadores y merodeadores forajidos que habitan esta desolada y futura Tierra. A lo largo de la autopista, Helene, una joven educada embarcada en una peligrosa misión por rescatar a su hermana, se encuentra con Lu, un cazador solitario, y con Jin, un guerrero asiático. Juntos emprenderán un épico viaje a una París en ruinas, donde el nuevo "orden" social se halla forjando…

Cuando la guerra amenaza a las Islas Moonshae, los héroes legendarios regresan para derrotar a las fuerzas de un enemigo impensable.
¡A la sombra de la montaña de Hoondarrh, se revela algo aún más oscuro cuando la muerte de un amigo hace enojar a Helene!

El Rey del Otoño acaba de exterminar al pueblo Kitsune, unos seres mitad humanos, mitad zorros. La joven Kitsune, la única de su especie, solo tiene un misterioso regalo que le ha confiado la diosa del Sol: un trozo de ámbar. Por desgracia, los onibi, espíritus malignos, se lo roban y le proponen un pacto: el ámbar a cambio del corazón de un niño puro, ¡el del hijo de su peor enemigo! En su búsqueda de venganza, Kitsune convence y engaña a Koyo, el pequeño príncipe, para que le acompañe en su aventura. ¿Vencerá la amistad o la venganza?

Los Reinos Olvidados cambian para siempre a medida que la joven maga Helene y sus compañeros pasan de ser reclutas buscando trabajo en las calles de Mintarn a poderosos aventureros capaces de enfrentarse a una gran maldad.

Arthis parviendra-t-il à contrer l'avènement du nouveau Messie ? La conclusion toute en magie du 4e cycle de Balade au bout du monde.Lapyris, maître de la secte Corpus Christi, poursuit sa quête démente : la création d'un nouveau Messie né des amours forcéesd'Arthis et d'Hélène, soeur d'Aline, la compagne du jeune photographe. Soutenu par les plus grandes puissances de ce monde, qu'il s'agisse du Vatican ou du groupement des 300, sorte de gouvernement mondial occulte regroupant les plus grandes banques internationales, Lapyris ne craint plus rien ni personne. Même pas Arthis, qu'il a définitivement mis hors-jeu en enlevant Aline qui attend leur enfant…