Locke & Key

El primero de los dos volúmenes que recopilan la obra maestra de Joe Hill y Gabriel Rodríguez. En Nueva Inglaterra hay una vieja mansión cuyas fabulosas puertas transforman a todo el que se atreve a cruzarlas. El pasado de la familia Locke vuelve para atormentar a sus actuales miembros, en un escalofriante cómic en el que Hill demuestra una capacidad para la narrativa, la invención y la originalidad equiparable a la de su padre, Stephen King.

Información de la editorial: ¡Regresa a la mansión de las llaves! Tres historias autoconclusivas que transcurren en el mundo de Locke & Key, mostrando la profundidad de la depravación de los habitantes de la casa. Incluye gran cantidad de material extra e imágenes nunca vistas.

El universo de "Locke & Key" suma un nuevo especial. Se trata de "Dog days", un número que ofrece 2 historias: Canícula nos presenta a tres amigos que le dan un divertido uso a la Llave Animal. La segunda historia, Dar en el Clavo es la continuación directa de lo que vimos en la saga mayor. Un breve episodio que nos deja con la boca abierta.

Un demonio de nombre Dodge ha poseído el cuerpo de Bode Locke, el miembro más joven del clan locke. Dodge busca abrir la Puerta Negra, un pasaje a otra dimensión, una dimensión llena de criaturas como él…criaturas no de carne y sangre, sino de odio y locura. Tales demonios son parásitos síquicos, capaces de sobrevivir en nuestro mundo sólo enganchándose a un alma viviente. Sin un espíritu al que adosarse, los demonios que atraviesan la puerta se transforman en un metal inerte pero metafísicamente poderoso: el hierro susurrante. De estas cosas se han forjado todas las llaves imposibles de Keyhouse.

Un número de antología, de esos que los gringos llaman "must be" (debe tenerse). Tal vez, por ser el primer número, la trama no nos entregue mucha información ni nos cautive como en las entregas anteriores, pero lo que sí es digno de alabanza es el homenaje que el dueto Hill-Rodriguez rinden a Bill Watterson, el creador de la clásica tira cómica Calvin & Hobbes. Sencillamente magnífico.