Maestros, t1 : Maestros

Obeyron es el peor de los inquisidores, según dicen sus enemigos… aunque también sus amigos. Convertido en inquisidor tras la gran guerra que arrasó Oscitan, sólo tiene una responsabilidad: la justicia. Y para conseguirla, todos los medios son válidos. Sobre todo cuando la investigación es sobre su propia muerte.

Descripción de la editorial: Gracias a Bakael y a Habner, la Inquisición posee la especia adonais y el Bakal-Ephraïm, el libro sagrado. Eso les permite utilizar la especia para proporcionar poderes a los no-magos que han llegado para engrosar las filas de los Maestros Inquisidores. Synillia será la primera en beneficiarse de ello. Es momento también de nombrar nuevos jueces que se unan a Adrael. Ares se prepara para celebrar el ascenso de Orlias y Nikolaï. Es durante los preparativos cuando la Orden Negra se prepara para actuar. En pleno corazón de la ciudadela…

Tras mil años de guerra, Oscitan encuentra la paz bajo la acción de los magos gobernantes, pero esta sigue siendo frágil y no evita que el mal siga dominando el mundo. Para consolidar los nuevos gobiernos y luchar contra el caos, se crea una orden encargada de hacer cumplir la ley y la justicia: los Maestros Inquisidores. Obeyron es el más temido de entre ellos, y debe acudir a una misión junto al elfo I’Jaren. Cuarenta años más tarde, vuelve a la capital solo, o al menos eso parece, con los ojos inundados por el deseo de venganza. ¿Qué sucedió durante la misión? ¿Se dejará Obeyron arrastrar por el mal?

Un Señor de los Suspiros contrató una vez los servicios de los Maestros Asesinos por un precio a su elección. Y ese precio era su hijo menor, Armant de Lanslet. Cuando el gremio exigió su pago, Armant fue acompañado por tres jóvenes. Se sometió al entrenamiento que los convertiría en asesinos y lideró al grupo en su primera misión. A partir de ahora, ya no es Armant de Lanslet. Es Malgerian.

1150. El Caos, la guerra que lleva miles de años en las tierras de Oscitan, llega a su fin. Mientras que la guerra oculta los delitos, la paz los desvela poco a poco. Asesinatos, chantajes, robos, injurias, vicios y conflictos comerciales quedan al descubierto. Para que reine la ley y luchar contra el crimen, los magos, artesanos de la paz, han creado una orden: los Maestros Inquisidores.

La trama se desarrolla en el ambiente de una empresa que se dedica a la fabricación de cerveza. Desde la fundación de la primera cervecera por el patriarca de la familia a mediados del S. XIX, hasta el momento presente, a finales del S. XX, Los Maestros Cerveceros recorre las Revoluciones Socialistas, dos Guerras Mundiales, el ascenso del Nazismo y la crisis económica.