Yves Couprie

Simón el Mago está de moda. Este viejo mago curandero, profeta pero también noble sofista como todos los judíos que asistieron a las escuelas griega y alejandrina, tiene en sus manos a toda la aristocracia romana desde el fondo de su discreta villa de campo gracias a sus ungüentos, sus predicciones y su vasto conocimiento. Su mesa es famosa por sus consejos hábiles y sus bailarinas desnudas y muy ardientes. Todo lo que tienes que hacer es escucharle bien… y pagarle bien. Durante la orgía que siguió al banquete, cautivado por Mesalina que Silio acababa de presentarle, el mago señaló a Claudio a la muchacha y le hizo ver que un matrimonio con este tío de Calígula sería muy provechoso para ella y le aseguraría su futuro. Claudio, un perdedor que acaba de repudiar a su última esposa y ahogar su celibato y su promoción temporal en vinos especiados mientras busca una sustituta entre los invitados. Mesalina no quiere a este viejo borracho. Pero la predicción de Simón le interesa cuando el viejo mago le dice que Claudio es el sucesor de Calígula en el trono imperial. El Poder, el único, el verdadero, está allí, al alcance de los muslos de Mesalina. ¡Será tan fácil para ella seducir a este hombre cojo, epiléptico, tierno y senil! Su joven amante Silio, en quien también habita el veneno del Poder, no ve ninguna desventaja en ello. ¡Todo lo contrario!
Rico matrimonio de Mesalina y Claudio… pero días y noches aburridas y tristes a pesar de las orgías frenéticas y la fortuna que el viejo da a su joven esposa y a su madre oportunista. Afortunadamente para Mesalina, Silio, a quien Claudio tomó a su servicio a petición de su joven esposa, todavía está cerca de ella, en las sombras, para satisfacer sus deseos que ahora son órdenes. Mesalina sintió que el lugar de su amante no era lo suficientemente alto. Así que hizo que Polibio, el Intendente del Capitolio, fuera asesinado en una noche calurosa para que él pudiera ocupar su lugar. Sin su intendente, Claudio se siente impotente. De orgías a pesadillas, la muerte acecha en su palacio y el miedo al regreso de su sobrino Calígula lo persigue.