Mazmorra

Promoción editorial: Hemos tenido dragones. La deconstrucción desoladora ganadora de multitud de premios no podía terminar sin dejar de mirar hacia una mazmorra. No hay escapatoria. Solo queda el fin.

Siglo XVIII. Isaac Sofer, pintor pobre pero afortunado en el amor, subsiste a base de trabajillos mientras sueña con vivir una gran aventura. Cuando surge la posibilidad de embarcarse en un navío, Isaac acepta sin pensarlo, ¡sin saber que se dispone a dar la vuelta al mundo!

El último libro de Manu Larcenet ( Los combates cotidianos, La Mazmorra Festival ) nos cuenta la historia de un curioso personaje, obeso, algo loco y afectado por una extraña dolencia, el “blast”. El relato empieza con el hombre en comisaría, respondiendo a las preguntas de dos severos policías sobre unos sucesos que no parecen tener sentido: un crimen del que no sabemos mucho, un ritual de iniciación y de contacto con la tierra, y la enfermedad, el “blast”, capaz de cambiar su vida para siempre…

Red Sonja debe escapar de una mazmorra con un icono religioso de Issus, la Diosa de la Muerte y la Vida Eterna, para usarla como una moneda de cambio en la sombría guerra política de Mundohuida!

En Moldavia impiden a los judíos de Ucrania, Rusia y Polonia enterrar a sus muertos. Las imágenes de la peor masacre cometida deben ser difundidas. Mientras Yaacov y Vincenzo viajan en tren hacia el lugar, Tchokola convence al más grande poeta judío para que le acompañe a presenciar los horrores perpetrados. Hava también está presente, acompañada de una periodista que, como el resto, intentará besarla…

Joann Sfar (EL GATO DEL RABINO, LA MAZMORRA) nos presenta en esta obra las vidas de un grupo de marginados que viven al ritmo de klezmer, una música de origen hebreo que se practica en las celebraciones judías y que está ideada para bailar en grupo. Al igual que las emociones (ya sea alegría o llanto), el klezmer se adapta a sus bailarines y es un reflejo de la vida misma: cambiante, volátil y confusa.

Cuando los protagonistas de esta historia —Vincenzo, el Barón de mi Culo, Yaacob y Tchokola— empiezan a tocar, todo se vuelve descabellado, incluso el amor. Quienes escuchen junto a su mesa lo harán desde una altura peligrosa, y quienes maniobren en la altura del trapecio adquirirán la seguridad del suelo más firme.

Un relato poético sobre el judaísmo y los límites de la religión conducido por la voz de un gato,un judío perfecto,que no hace más que cuestionar la fe de su rabino y la veracidad de los textos escritos.Una obra cumbre en la Nouvelle Bande Dessinée francesa.

Joann Sfar (EL GATO DEL RABINO, LA MAZMORRA) nos presenta, en esta obra, las vidas de un grupo de marginados que viven al ritmo de Klezmer, una música de raíz hebrea que se practica en las celebraciones judías y que está ideada para bailar en grupo. Veremos cómo el Klezmer, al igual que las emociones (ya sea alegría o llanto), es una música que se adapta a sus bailarines, en un fiel reflejo de la vida misma: cambiante, volátil, confusa.