Hauteville

Por un lado, Gavroche y Zelda, a bordo del submarino norteño Kearsarge; por el otro, el demonio de Tasmania, reunido por el Fantasma de París, a bordo del Alabama, un buque de guerra del sur. Las dos tripulaciones luchan por las Islas Salomón para recuperar la cruz de Perugia. La expedición los llevará más allá de la falla de Vanikoro, donde se encuentra una ciudad submarina desconocida para la humanidad …

1865. Zelda y Gavroche son reclutados por la resistencia norteamericana creada por el que acaba de perder la guerra pero se prepara para reanudar la lucha: Abraham Lincoln. En efecto, se sospecha que los Estados del Sur hicieron un pacto con "los de las profundidades", una inteligencia procedente de las entrañas de la Tierra. La investigación comienza con esta extraordinaria alianza plagada de amenazas.

1865. Zelda, Gavroche, el arqueólogo Désiré y el oficial Spillett hacen un pacto con un bandido mexicano para arrojar luz sobre la misteriosa "Orden de la Obsidiana", una hermandad secreta creada durante la antigüedad para custodiar las grandes puertas del teletransporte. Esto está contando sin el Agente Cooper, un asesino formidable y miembro de la orden que pronto se lanza en sus pistas.

En busca del trampero Davy Crockett, guardián de un ídolo que le permite formar parte del Consejo de la Orden de la Obsidiana, Gavroche, Zelda y sus aliados exploran el sur del continente americano y el famoso paralelo 37. La región que se extiende desde la costa chilena hasta la Patagonia a través de los pasos nevados de la Cordillera de los Andes ha estado a la altura de su reputación: salvaje, inaccesible y peligrosa.

Lincoln encarga a Gavroche que honre una alianza con Francia de Napoleón III. Lo que está en juego no es otro que la abolición total de la esclavitud en América, una abolición que no pudo producirse tras la victoria del Sur en la guerra civil. Gavroche parte hacia África siguiendo los pasos del Fantasma de París encarcelado en Gorée, un famoso muelle comercial triangular, mientras que Eglantine también se embarca hacia el continente oscuro.

Pasó lo impensable. Los estados del sur han ganado su independencia. El presidente de la Unión, Abraham Lincoln, se vio obligado a firmar un tratado de paz con Jefferson Davais, presidente de la Confederación.

Un nuevo ciclo comienza en Sudáfrica en las minas a cielo abierto de Johannesburgo, donde tienes que cavar cada vez más profundo para encontrar oro. Pero este oro tiene un precio: el de la sangre. Witwatersrand, Sudáfrica, 1867. El director de la mina, su capataz y un ingeniero hablan de los movimientos de tierra en curso. Han perdido a algunos hombres, pero el líder, como buen colonialista, no se ofende en lo más mínimo. Luego viene un menor a alertarlos. Se han descubierto runas curiosas en el fondo de la mina en las galerías más recientes.

Hauteville House, 1864. La pluma -Víctor Hugo en el exilio- ampara a la espada: un puñado de soldados republicanos franceses comprometidos en la lucha contra el régimen arbitrario del emperador Napoleón III.
Gabriel Valentin-la-Rochelle, alias Gavroche, agente muy especial al servicio de la república, es enviado a México donde los esbirros del Imperio están a punto de liberar a un ser que convertirá a Napoleón en dueño y señor de todas las Américas. La misión de Gavroche: combatir, desbaratar, improvisar.